domingo, 29 de julio de 2007

TGS. Diccionario. Letras: A y B


02.- ADAPTACION

Característica de los sistemas según la cual estos pueden compensar desequilibrios originados en el ambiente, con la finalidad de mantenerse en estado de equilibrio o bien en estado uniforme. Von Bertalanffy aplica la idea especialmente a los seres vivos, y en relación con la finalidad de la supervivencia (201).

1. Cambio en el ser vivo y cambio ambiental.- En el ambiente se producen cambios, pero también estos ocurren en el mismo ser vivo. Estos últimos cambios pueden clasificarse en tres tipos (125,126): a) cambios periódicos y autónomos originados en el sistema mismo, como los movimientos automáticos en la respiración, la circulación, la digestión y las actividades eléctricas rítmicas de los centros nerviosos; b) cambios ocasionales provocados por estímulos externos al organismo, y cuya finalidad es hacer retornar a este a su estado uniforme. Por ejemplo los cambios producidos en los órganos sensoriales por agentes físicos o químicos del entorno (fenómenos de excitación); c) cambios a largo plazo, que acaecen en el contexto del ciclo vital total: desarrollo embrionario, crecimiento, envejecimiento, muerte, etc.

De estos tres tipos, el cambio en el segundo sentido es el único que ocurre en respuesta a cambios ambientales, y es el que, según se desprende del texto de von Bertalanffy, el que describe más adecuadamente el fenómeno de la adaptación, el cual, entonces, puede ser definido como el comportamiento del ser vivo destinado a compensar los desequilibrios ocasionados por el entorno, con el fin de preservar su estado uniforme.

Se puede afirmar entonces (135,136), que el sistema viviente puede generar fuerzas dirigidas contra la perturbación, como por ejemplo cuando un estímulo externo incrementa el catabolismo (destrucción de moléculas), y el organismo compensa esta perturbación incrementando la incorporación (alimentándose con nuevas moléculas). Se dice en estos casos que el organismo exhibe 'adaptación' a la nueva situación: el sistema ha podido autorregularse. De existir, la diferencia entre adaptación y regulación parece ser, en el planteo de von Bertalanffy, el hecho de que todo mecanismo adaptativo implica mecanismos de regulación, sólo que desencadenados por estímulos externos.

2. Finalidades del comportamiento adaptativo.- Cualquier comportamiento adaptativo implica al menos tres condiciones: a) debe haber una perturbación de origen externo, b) debe existir una capacidad del sistema de compensar la perturbación, c) y esta compensación no es 'ciega', o sea debe estar orientada hacia un fin o meta. En el presente parágrafo nos interesa especialmente esta última condición.

En un sentido amplio, la finalidad del comportamiento adaptativo puede consistir o bien en mantener un estado de equilibrio mediante mecanismos homeostáticos, o bien en alcanzar la meta del estado uniforme mediante la equifinalidad. Lo primero es más propio de sistemas cerrados, y lo segundo de los sistemas abiertos.

Más en relación con los mecanismos homeostáticos, von Bertalanffy describe un modelo de comportamiento adaptativo denominado modelo de funciones escalonadas (46). Ashby incluso construyó una máquina electromagnética, el homeóstato, capaz de adaptarse por ensayo y error. La máquina, una vez estimulada exteriormente, prueba diferentes caminos y medios, hasta estabilizarse o alcanzar el equilibrio cuando ya no entre el conflicto con valores críticos del medio circundante. La expresión 'funciones escalonadas' alude la hecho de que, cuando el sistema atravesó un estado crítico, emprende un nuevo modo de comportamiento. Otro ejemplo es la computadora autoprogramable (100).

En los animales también encontramos mecanismos homeostáticos de adaptación, donde se busca retornar al equilibrio original, pero von Bertalanffy aclara que la actividad del organismo viviente va más allá de esta simple adaptación, pues busca siempre nuevas estimulaciones que lo desequilibren y lo hagan tender al estado uniforme, que es esencialmente un estado de desequilibrio permamente. Indica el mismo autor que, si luego de perturbada desde afuera, la vida volviera ni más ni menos a un simple equilibrio homeostático, nunca habría progresado más allá de la ameba, que después de todo es el animal mejor adaptado del mundo puesto que ha podido sobrevivir miles de millones de años (201).

Por tanto, si extendemos la idea de adaptación más allá de los simples comportamientos destinados a preservar la vida, incluiremos también todos aquellos comportamientos que, como el arte, la religión, la creatividad y la cultura en general, no tienen la finalidad utilitaria de la supervivencia pero que se han convertido en caracterísatica esencial de la especie humana. Considerada como adaptación en sentido estricto, la creatividad es un fracaso (los poetas se mueren de hambre o, como diría von Bertalanffy, al señor Fulánez le va mejor, desde el punto de vista utilitario, que a Beethoven o a Miguel Angel).

En suma: si bien von Bertalanffy no termina de aclarar los alcances del concepto de adaptación, podemos inferir a partir de sus afirmaciones un sentido estricto (adaptación como tendencia hacia un equilibrio homeostático) y una sentido amplio (que incluye además la tendencia hacia un estado de desequilibrio más propio de las actividades no utilitarias, como por ejemplo el arte). El ser humano que, por diversas circunstancias esté imposibilitado por realizar estas últimas actividades 'desequilibrantes', habrá reducido sus comportamientos adaptativos al esquema homeostático, y se habrá transformado en una especie de autómata, 'adaptado' pasivamente al entorno social que le tocó vivir (201).


03.- AMBIENTALISMO

Principio según el cual la conducta y la personalidad son conformadas por influencias externas (199). Según von Bertalanffy, es uno de los cuatro principios que gobiernan el comportamiento humano, sustentados total o parcialmente por las teorías psicológicas que siguen el modelo del hombre-robot. Dentro de ellas dicho autor incluye concepciones tan aparentemente disímiles como el conductismo y el psicoanálisis (197).

Citemos algunos ejemplos de ambientalismo mencionados en el texto de von Bertalanffy: a) En el conductismo: el condicionamiento por sí solo puede transformar un individuo en la persona que uno desee. b) En psicoanálisis: la personalidad se forma por las experiencias de la primera infancia. c) En psicología cognitiva: el cerebro humano es una computadora que puede programarse a voluntad. d) En psiquiatría: los enfermos pueden ser rehabilitados mediante un recondicionamiento oportuno.

La TGS considera falso el enfoque del hombre-robot en la medida en que pretende constituírse en la única explicación del comportamiento humano (200). Por ejemplo, es fácil refutar el ambientalismo cuando advertimos que aún los seres vivos más sencillos tienen diferencias entre ellos, lo que hace que, aún cuando reciban las mismas influencias ambientales, habrá otros factores individuales que producirán conductas diferentes. El modelo del robot sólo abarca parte del comportamiento animal, y no cubre en absoluto ninguna porción esencial de la conducta humana (219).

Los otros tres principios que aparecen en el modelo del hombre-robot son el principio de estímulo-respuesta, el principio de equilibrio y el principio de economía.


04.- ANALISIS FACTORIAL

Aislamiento de factores en fenómenos multivariables, que se llevan a cabo en psicología y otros campos (94). Se trata de un enfoque matemático especialmente apto para llevar a cabo investigaciones en un contexto sistémico.

1. Análisis unifactorial y análisis multifactorial.- La ciencia clásica (96) se ocupaba ante todo de problemas de dos variables, de cursos causales lineales, de una causa y un efecto, o de unas pocas variables cuando mucho. La mecánica, por ejemplo, da soluciones perfectas para la atracción entre dos cuerpos (un sol y un planeta), permitiendo la predicción de sus futuras configuraciones. Pero ya el problema de tres cuerpos es en principio insoluble y sólo puede abordarse mediante aproximaciones. Otro tanto ocurre en la física atómica, cuando se pueden estudiar bien problemas de dos partículas subatómicas, como el protón y el electrón.

Sin embargo (96) este enfoque, que aquí podríamos llamar unifactorial (pues investiga una sola causa de un fenómeno), resulta insuficiente en el campo de la biología, la psicología y las ciencias sociales, donde debemos enfrentarnos con 'complejidades organizadas' que se manifiestan como fenómenos multivariables, y que requieren nuevos instrumentos conceptuales que, como el análisis multifactorial, intenta resolver interacciones entre muchas (pero no infinitas) variables.


05.- ANALOGIA

a) En sentido general, analogía es la relación que se establece entre dos o más cosas en virtud de una o varias características en común. b) En el contexto de la TGS, las analogías son similitudes superficiales entre fenómenos que no se corresponden ni en factores causales ni en las leyes pertinentes (86).

1. Definición general.- Dos o más cosas son análogas cuando tienen algo en común. Por ejemplo, entre un globo y una naranja hay una analogía, ya que ambos comparten una característica en común, como puede ser la redondez.

2. Analogía y TGS.- En el marco de su discusión del concepto de isomorfismo, von Bertalanffy establece una diferencia entre tres niveles en la descripción de los fenómenos: las analogías, las homologías y las explicaciones.

Nivel
Criterio de similitud
Ejemplos de fenómenos

Analogías
Semejanzas superficiales
El crecimiento de un cristal y el crecimiento de un organismo

Homologías
Leyes formalmente idénticas
La corrientes de un líquido y la corriente eléctrica

Explicaciones
Leyes específicas en común
El equilibrio químico y el crecimiento de una población

Demos aquí algunos ejemplos de analogías, consideradas por la TGS como inútiles para la ciencia y perniciosas en sus consecuencias prácticas (83): a) El crecimiento de un organismo y el crecimiento de un cristal son fenómenos análogos por presentar parecidos superficiales, pero no siguen las mismas pautas de crecimiento y las leyes que los rigen son diferentes; b) un bosque y un organismo se parecen superficialmente por ser conjuntos de muchas unidades (árboles y células), pero existe evidente diferencia entre la unificación de un organismo y la vaguedad de una asociación vegetal; c) el desarrollo de una población y el de un organismo son también analogías, y como tales presentan solamente semejanzas superficiales; d) von Bertalanffy (121) discute especialmente la "analogía organísmica", que se establece entre la evolución de un organismo y la de una civilización, como lo hizo el historiador Spengler, sobre la base de que ambos nacen, crecen y acaban por morir (nuevamente semejanzas superficiales).


06.- ANTROPOLOGIA

Habitualmente, se distinguen tres tipos de antropología: la antropología física, la antropología cultural y la antropología filosófica (a). El enfoque sistémico ha sido aplicado predominantemente en el contexto de la antropología cultural, disciplina científica que genéricamente se ocupa de la investigación de las culturas humanas en sus diversos aspectos tales como las relaciones familiares, las estructuras de poder, las costumbres, las tradiciones, los lenguajes, etc.

1. La antropología y sus variedades.- Generalmente suelen distinguirse tres grandes tipos (a)(d): a) La antropología física, que estudia las características físicas del hombre como especie: sus orígenes, sus variedades raciales, etc., para lo cual emplea típicamente métodos antropométricos. Es la antropología más directamente emparentada con la biología. b) La antropología cultural: en lugar de estudiar al hombre como entidad natural, como en el caso anterior, se centra en él mas bien como entidad cultural, y por ello estudiará las culturas humanas en sus diversas manifestaciones como la familia, las costumbres, los mitos, y tradiciones, el lenguaje, etc. c) La antropología filosófica: si los dos tipos anteriores constituían estudios científicos, ésta última procurará un enfoque más teórico, general y especulativo sobre la condición humana, e intentará, por ejemplo, desentrañar la 'estructura funmdamental' del ser humano o su 'naturaleza última'.

Más allá de esta clasificación tradicional de los estudios antropológicos, hay otras variedades menores y más recientes tales como la antropología política, la antropología económica o la antropología ecológica (b).

2. Antropología cultural y enfoques sistémicos.- Hay dos formas en que puede relacionarse el enfoque sistémico con la antropología: a) Empleo de conceptos antropológicos para justificar o fundamentar una TGS: esta tarea es encarada específicamente por von Bertalanffy, cuando utiliza la idea de 'categoría', empleada en antropología, como concepto que permite justificar un enfoque sistémico, ya que la idea de 'sistema' es en sí mísma una categoría universal (ver Categoría, Perspectivismo). b) Empleo de conceptos del enfoque sistémico para encarar estudios antropológicos: existen numerosos y variados planteos por comprender los hechos antropológicos a la luz del paradigma sistémico. Uno de ellos (c), por ejemplo, intentó una analogía orgánica, es decir, comparar en algunos aspectos los sistemas sociales y culturales con organismos biológicos, habida cuenta que estos últimos -y por ende también los primeros- pueden ser concebidos como sistemas. Al respecto: 1) se concibe el sistema social y cultural como una serie de redes de comunicación, 2) se estudian, más que las entidades, sus mutuas relaciones, y 3) se privilegia en el estudio de la organización del sistema antes que otros aspectos. Según Quintanilla (b), el análisis de sistemas tiene la enorme ventaja de permitirnos tratar los fenómenos teleológicos de un modo no antropomórfico, y tiene aplicaciones importantes en antropología política, económica y ecológica.

Existen algunos planteos de índole sistémica bastante representativos, como por ejemplo los de Gregory Bateson y los de Claude Lévi-Strauss, éste último fundador de la antropología estructural. Los planteos estructuralistas europeos en general (como el de Lévi-Strauss) presentan notables similitudes con los planteos sistémicos anglosajones y, si bien utilizan diferentes etiquetas principales ('estructura' y 'sistema', respectivamente), ambos apuntan a la comprensión de la realidad sobre la base de la idea de elementos mutuamente interactuantes que conforman una totalidad organizada y relativamente independiente y autónoma. En efecto, el mismo von Bertalanffy (XIII) reconoce un paralelismo entre el desarrollo de la TGS y las corrientes estructuralistas francesas, como las de Piaget o Lévi-Strauss.

(a) 4. Quintanilla M. (comp.), Diccionario de filosofía contemporánea, Salamanca, Ediciones Sígueme, 1979, 2° Edición, pág. 27.

(b) Quintanilla M., op. cit., pág. 33.

(c) Quintanilla M., op. cit., pág. 32.

(d) Ferrater Mora J., Diccionario de filosofía, Madrid, Alianza, 1979, pág. 171.


07.- AUTO-

Prefijo que, en el contexto de la TGS, expresa la idea según la cual los sistemas, una vez que reciben aportes de información o energía del entorno, pueden generar y mantener una actividad propia en virtud de sus peculiares características como tales. Ejemplos: Autoorganización, automantenimiento, autoorientación, autodirección, autorregulación, etc.

Actividades propias son actividades que realiza el sistema en forma relativamente independiente del medio. En tal sentido, son llevadas a cabo tanto en sistemas cerrados como en sistemas abiertos, con las semejanzas y las diferencias que a continuación se detallan:

1) En sistemas cerrados, como por ejemplo un sistema cibernético (100), se verifican únicamente procesos de autorregulación, como por ejemplo el mecanismo homeostático (ver Homeostasis y Retroalimentación). Téngase presente que estos sistemas, si bien son designados como 'cerrados' por von Bertalanffy, por ser cerrados respecto de la energía o de la entropía, son en cambio abiertos desde el punto de vista de que a ellos ingresa información, y la información no siempre es energía (42). El mecanismo autorregulador se pone en marcha, entonces, cuando ingresa cierto tipo de información al sistema.

2) En sistemas abiertos, también encontraremos mecanismos de autorregulación (16), pero estos por sí solos no alcanzan a caracterizarlos. Los sistemas abiertos exhiben además, como características sui generis, la autorrestauración y el automantenimiento, la autoorientación, la autodirección, y/o la autoorganización y la autodiferenciación (ver también Regulación).

a) Autorrestauración y automantenimiento.- Mientras las máquinas artificiales cumplen una única función utilitaria para el hombre, los sistemas vivos están organizados para cumplir una función utilitaria 'para sí mísmos', es decir, están organizados de tal forma que se mantienen y restauran a sí mísmos (automantenimiento, autorrestauración), como por ejemplo mediante la homeostasis (80).

Las tendencias autorrestauradoras de los sistemas organísmicos estarían vinculadas al hecho de que la autorregulación resulta de la interacción entre muchos componentes, como sucede por ejemplo en los embriones, a diferencia de las máquinas, donde hay conexiones causales circulares aisladas que solo permiten regulaciones frente a perturbaciones muy limitadas. El organismo, en cambio, puede autorregularse para compensar perturbaciones 'arbitrarias', es decir para compensar un número indefinido de situaciones que no pudieran haber sido 'previstas' (26).

b) Autoorientación y autodirección.- Detrás de todos los términos con el mismo prefijo que estamos enumerando subyace la idea de un mecanismo teleológico, orientado hacia un fin. En las expresiones autoorientación y autodirección se ve más claramente tal mecanismo, utilizadas ambas por von Bertalanffy cuando habla de sistemas y organismos que se autoorientan, o de personalidades que se autodirigen (15).

c) Autoorganización y autodiferenciación.- Los sistemas capaces de autodiferenciarse y autoorganizarse son los sistemas abiertos. Al evolucionar hacia grados crecientes de complejidad (entropía decreciente) son, por razones termodinámicas, sólo posibles como sistemas abiertos, a sea como sistemas que reciban del entorno materia portadora de energía libre en grado que sobrecompense el aumento de entropía debido a procesos irreversibles dentro del sistema (101) (ver Entropía). Esto es cierto tanto si tomamos 'organización' como pasaje de un estado no organizado a otro organizado (del huevo cigota al organismo final), tanto si lo tomamos como pasaje de un estado de 'mala' organización a un estado de 'buena' organización (del cerebro de un niño que lo lleva a tocar el fuego, al cerebro adulto que lo lleva a evitarlo) (100).

En este sentido, ninguna máquina artificial puede ser autoorganizadora salvo, según una postura de Ashby, que la máquina en cuestión reciba la influencia de algún agente externo, es decir, una máquina sería autoorganizadora sólo si está acoplada a otra máquina. Este concepto es aplicable, según von Bertalanffy, a los sistemas cibernéticos que reciben información, más no materia y energía, del medio circundante (100,101).


08.- BERTALANFFY, LUDWIG VON

Biólogo austríaco, considerado el principal impulsor de la 'Teoría General de los Sistemas'. El concepto de 'sistema' es central en su pensamiento, y constituye para él no solamente el fundamento de la biología sino también el de todas las otras ciencias, con lo cual todas ellas pueden quedar unificadas interdisciplinariamente.

Ludwig von Bertalanffy (1901-1972) nació en Atzgersdorf (Austria). Comenzó estudiando biología y filosofía en Universidades europeas, doctorándose en 1926. En la década del '40 comienza a desarrollar una intensa actividad en América (Estados Unidos y Canadá) en los campos de la docencia y la investigación, interesándose en investigaciones filosóficas y estudios sobre comportamiento social. Sobretodo, desarrolló trabajos experimentales en biología, especialmente en fisiología celular y embriología.

Entre 1945 y 1950 publica algunos artículos que pueden ser considerados como un primer anuncio del paradigma sistémico y que, en el libro de edición española que hemos utilizado como referencia, figuran en el capítulo 3. Su 'Teoría General de los Sistemas' se opuso enérgicamente al mecanicismo y al vitalismo, proponiendo en su lugar una 'concepción organísmica', como así también al reduccionismo, oponiéndole una visión perspectivista e interdisciplinaria de la ciencia.

Von Bertalanffy fue Director de investigaciones en el Hospital Mount Sinaí (Los Angeles) de 1955 a 1958, desarrollando luego a partir de este último año labores docentes en diferentes Universidades en Kansas, Canadá, Buffalo y Chicago.


09. BIOLOGIA

Ciencia que se ocupa del estudio de los seres vivos. La biología moderna ha ampliado y profundizado estos estudios al hacer hincapié en los seres vivos como organismos, vale decir, como sistemas abiertos que intercambian permamentemente materia y energía con el medio.

1. Hacia una definición del ser viviente (a).- La biología no dispone de una definición de vida. En sus comienzos, esta ciencia se limitaba a enumerar ciertas características que permitían distinguir al ser vivo del ser inanimado, tales como el crecimiento, la reproducción, el metabolismo, la irritabilidad, el movimiento, la complejidad y la adaptación. Hoy en día nuevas investigaciones, sobre todo en el área de la biofísica y la bioquímica, han destacado que las propiedades más sobresalientes del ser vivo son la capacidad de crecer (incluyendo su regeneración) y la de reproducirse, mientras que las restantes características antes citadas resultan secundarias en relación a las anteriores. Por ejemplo, una máquina creada por el hombre puede exhibir un cierto grado de adaptación, como el homeóstato o la computadora autoprogramable (100), pero es incapaz de crecer y reproducirse. Von Bertalanffy insiste en que la persecusión de metas en el sentido del mantenimiento, la producción y la reproducción de la totalidad orgánica, constituye un criterio general de vida (269).

Una forma viviente es, en esencia, un sistema complejo, altamente organizado, independiente, con estructura físico-química definida, capaz de utilizar la materia y la energía del medio ambiente por medio de cadenas integradas y autoestablecidas de reacciones físico-químicas, para poder así crecer y reproducirse (8-18).

2. Tres enfoques en biología.- En biología es posible encontrar, a lo largo de su historia, tres enfoques distintos y excluyentes: el vitalismo, el mecanicismo y el organicismo (o biología organísmica). 

a) El planteo mecanicista reduce el ser vivo a una suma de partes y procesos parciales: 

el organismo como agregado de células, el comportamiento como suma de reflejos condicionados y no condicionados, etc., y evita tratar problemas de organización de esas partes al servicio del mantenimiento del organismo, o problemas de regulación consecutiva a las perturbaciones, y otros que implicaban una visión más unificada y menos fragmentada del ser viviente (ver también Mecanicismo). 

b) El vitalismo encaró el problema del organismo como un todo, pero lo explicó por la influencia de ciertas entidades que, como ciertos factores 'animoides' y otras igualmente abstractas y metafísicas, acechaban a la célula o al organismo (ver también Vitalismo). 

c) Para el punto de vista organísmico, al cual adhiere la TGS, los organismos son totalidades organizadas irreductibles a la suma de sus partes componentes. 

La TGS los concibe, específicamente, como sistemas abiertos que tienden hacia un estado uniforme, y su comprensión bajo este nuevo punto de vista exigió una expansión de la físico-química, la cinética y la termodinámica clásicas (92). 

Si bien hubo notorios avances en biología molecular (por ejemplo a través del desciframiento del código genético), la biología no sólo debe ocuparse del nivel físico-químico o molecular, sino también de los niveles superiores de la organización viviente (4).

(a) Nason A., Biología, México, Limusa-Wiley, 1969, págs. 17-18.

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