domingo, 14 de junio de 2009

Humanismo y Nihilismo - Ernesto H.de Casas


Comentario inicial

Aquí hace un enfoque según el cual se muestra al humanismo en contraposición con su opuesto, el nihilismo, aunque hoy sea un término en desuso. Pero qué duda cabe que estamos por una parte, ante una suerte de nihilismo enmascarado, detrás de los disfraces del entretenimiento, lo secundario y valores por el estilo, y por otra, el nihilismo exasperado, con las mil formas de violencias acrecentadas.

No es casual el color negro en todas las modas, o como las más diversas sensibilidades artísticas deambulan en torno a lo absurdo, cuando no a la muerte; mientras que otras sensibilidades, digamos políticas o economicistas, por citar algunas, exaltan los valores deshumanizados del ’mercado’, ‘índices de valores’, “perdidas de vidas”, “violencia de género” con toda la ‘influencia mediática’ del caso.

Mientras tanto, parece ir surgiendo una suerte de humanismo nuevo, espontáneo, en que tiene innumerables manifestaciones como tan innumerables son las actividades de la gente común y corriente que en su diario convivir trata, intenta, siempre para que una pizca de humanidad, de solidaridad, de comprensión y tolerancia, cuando no, de coherencia, tenga lugar en sus vidas. Así es como asistimos a focos emergentes de humanismo actualizado, que puja por pasar a ser conciente y muy activo después de una primera versión espontánea, casual, como rebelión clara ante inhumanismo reinante.

De modo que, bien vale la pena dar otro un vistazo a estas luces y sombras en nuestro entorno inmediato actual, para poder elegir mejor. Pues de eso se trata: que las sombras se avanezcan mientras una tenue luminosidad se haga cada vez más y más intensa.

Este breve ensayo se basa en un articulo escrito en 1996, publicado en la Revista Electrónica del Movimiento Humanista Nº 9, en marzo de 1997, Como Nihilismo y Humanismo, pero, como considero que sigue teniendo hoy plena vigencia, veo interesante aprovechar esta oportunidad de volverlo a redactar, y quizás publicar en esta edición conjunta de autores humanistas noveles, pero algo más completo y sobretodo agregando la Propuesta, de su parte inicial, que es quizás lo mas importante. Después de su revisión y actualización, quizás sea de interés, o mejor, alguna utilidad al lector que busca nuevos derroteros en estos tiempos tan convulsionados, con predominancia de sombras (nihilismo) sobre las luces (nuevo humanismo).

Quizás entre todos podamos invertir esta situación de fondo. De esto se trata

Ernesto H. de Casas Gzlez.
Toledo, octubre de 2004-10-05

Ernesto H. de Casas Gzlez., Ensayista, redactor y recopilador de temas humanistas.
e-mail: ernestohdc@tiscali.es


Nihilismo y Humanismo

"El enemigo de todos, el enemigo presente siempre y al acecho en cada hombre, es sólo el nihilismo" Karl Jasper (1)

En esta intuición es quizás en la que se puedan resumir las propuestas de hoy: por un lado el pozo donde se hunde todo... por otro la matriz para construirlo todo, para orientarlo todo, el nuevo humanismo.

Esquema del texto

El texto se ha redactado este texto en tres partes, en la Primera Parte figuran títulos de Introducción al tema, Antecedentes, Características, Desarrollo y Conclusión, presentando mis observaciones y relaciones sobre el tema que nos compete, en sus aspectos más relevantes.

En la Segunda Parte figuran las citas del texto inicial, siendo 14 en total, con comentarios y extensión de las nociones vertidas en el texto principal.
La Tercera Parte expone las Notas Ampliatorias A y B en las que transcribo notas textuales con sus fuentes bibliográficas correspondientes, prácticamente completas, a fin de que el lector pueda ampliar estos conceptos y cuente con dichas referencias de manera íntegra.

Introducción al tema

Podría decirse, para empezar y en términos algo clásicos, que el humanismo se basa en la libertad y que esta libertad es para elegir entre bien o mal. Si no, no es libertad, es determinismo, imposición de condiciones. Esa posibilidad de elegir entre ‘hacer el bien o hacer el mal’ es lo más grande del ser humano. Así, por cierto, se puede elegir libremente entre ser nihilista, o bien, humanista (2).

Dejando esta concepción dualista, sin duda la libertad es poder elegir, pero las cosas se dan entre condiciones, no absolutamente, donde no impera la libertad las condiciones entre las que elegir se restringen y por lo tanto deja de haber libertad y con ello dignidad, es decir deja uno de ser humano-intencional-elección-intersubjetividad-transformación.

En términos más actuales, resultaría:

El humanismo, como nuevo enfoque del quehacer humano, libre, responsable, es decir, donde cada cual se hace cargo solidariamente de tareas y se genera una actitud que surge con fuerza una vez agotadas las falsas soluciones previas; es también una nueva sensibilidad en donde ganar sentido en la vida es primario, junto a otros, porque ésta vale la pena; es un campo en donde la relación con los demás es crucial, al reemplazarse el otro-como –estorbo(*) a el otro-como puente-a. Al igual que la comunicación directa - no intermediada – a fin de que toda actividad cotidiana no tenga porqué ser sólo mera trivialidad, sino campo de intercambio, de despertares, de entusiasmo.

La vida es un espacio de construcción, de hacer cosas con y para los demás, no es un mero esperar su fin, es más bien aprovechar el tramo de vida para hacer-cosas-con-los demás-con-sentido; en un encuentro de un sentido certero, transformador de situaciones sufrientes que amplia los horizontes de la acción humana en una tendencia francamente ascendente

En oposición, las cosas pueden entenderse de otro modo, como que nada vale la pena, porque no hay un sentido, nada ilusiona n entusiasma, no dan ganas de seguir el día a día y como que todo es muy difícil de implementar, donde la relación con los demás es ardua y se prefiere el aislamiento esquivo y el futuro finalmente comienza a cerrarse. Con ello, cunde el desaliento, el desánimo, la pérdida de fuerzas, de referencias, así el ser humano y su mundo, se nihilizan día a día (3).

De aquí la necesidad de referencias y orientación en sentido conveniente. El hombre puede elegir así entre variadas condiciones, adversas unas, neutras y facilitadoras otras; por ello, mientras más referencias se tengan a su favor de un camino ascendente, con nítidos enmarques y sus correlatos internos de unidad, se podrá elegir mucho mejor.

No olvidemos que hoy se está expuesto a muchos encandilamientos del medio y todas las falsas soluciones y falsas puertas aparecen ornamentadas de mil maneras, con un magnetismo y capacidad de fascinación tremendas, ante lo cual quien va con actitud descuidada, puede ser presa fácil de estos enredos del sinsentido, enmascarados de modos entretenidos y vistosos…

Si bien la elección final es pura responsabilidad de cada uno, la tarea de acercar referencias interesantes y esclarecimientos útiles- que es también una elección - es lo que a su vez también redunda en sentido amplio al humanista de hoy; interesado tanto por los demás como por sí mismo.

Es como si se dijera: “A cada paso surge un ’si y un ‘no’, una facilidad y una adversidad, una puerta con resistencias y otra con sutiles encantamientos, y debemos elegir permanentemente.

Las referencias nos invitan a dejar la ‘franja-negativa’ y optar por la senda constructiva, pero para ello hay que estar alerta, atentos, ya suele producirse una paulatina pero constante inclinación al ‘no’, con todas sus variadas excusas y justificaciones. Uno se dice “No se puede, nada es posible” y el fatalismo y la negación de la vida misma se hacen dueños de las situaciones más diversas. Esto, en suma, nos lleva hacia un nihilismo larvado o manifiesto, mientras que lo afirmado en primer lugar va conduciendo a un humanismo emergente en la actualidad con particular vigor. (4)

Las características de libertad y responsabilidad, acortadas en muchos campos, son muy propias del nuevo humanismo, ya aparecen no sólo en manifestaciones de la vida cotidiana, sino también en diversas disciplinas, (5) y apoyan al ser humano de hoy para que sea protagonista de todos los cambios que sean necesarios de llevarse a cabo, y tenga por eso que 'hacerse cargo' de los medios a implementar para poder realizar dichos cambios; tanto personales como sociales, que no pueden quedar en manos de otros y mucho menos en manos de intermediarios, cosa que se da mucho con las instituciones en donde siempre hay esa suerte de “representantes de la gente”, dejándola casi siempre en la estacada, tal es la expresión corriente..

No se supera ninguna crisis dejando las decisiones importantes en manos de otros. Tal actitud lleva a una indefensión, la cual le hace un flaco favor a la nueva emancipación del hombre para abandonar su condición sufriente, hoy acrecentada por todas y cada una de las formas de deshumanización, cosificación y violentación; es

*) Justamente esto de interpretar al otro ‘como estorbo’ – ya captado por J.P. Sastre en su Carta al Humanismo, es lo que lleva a querer eliminarlo surgiendo así las formas más variadas de violencia, en donde se busca reducir, eliminar, al otro. Cosa que en rigor, no es posible ni viable, pues ‘el otro-siempre-estará-ahí’
decir, de nihilismo con todos sus matices - desde el desánimo a vivir al franco atentado contra la vida (en general del otro) -, dando lugar, entre otras cosas, a la formación - lamentablemente o no - del campo antihumanista (6).

Resumiendo:

- El Humanismo busca así ser un cauce donde alojar a las más diversas posturas, concibiéndose lo suficientemente amplio como para que quepan todas las diferencias y allí encontrar las propias verdades. Pero en el Humanismo de hoy, en el Nuevo Humanismo, cabe ciertamente, descartar de los proyectos sólo a algunos: los violentos y discriminadores. Todo lo demás, ¡bienvenidos!

Entonces, el humanismo hoy:

- Es un punto de encuentro. Los diversos humanistas convergen en la medida que por la intercomunicación converjan otros. También es punto de encuentro para quienes frustrados en otros derroteros, puedan ahora proseguir su camino en pos de un destino noble, sin por ello frustrar su caminar mismo, aunque se haya terminado el ciclo de otros medios de desplazamiento.

- Es una nueva fuerza transformadora de esquemas y sistemas que aun cuando obsoletos, siguen siendo oprimentes del ser humano en su interioridad y socialidad.

- Los humanistas más variados hemos de coincidir en algo básico: lo fundamental es captar la intención humana (7), la propia y la ajena. Además, hemos de apostar por al hombre. Por ello: El ser humano como valor central. ¡Sea!

- El humanismo como fuerza constructiva que no tiene que destruir nada para empezar su trabajo porque es la caída del sistema de valores vigente el que se cae por su propio peso debido a la globalización y aceleración de su propia incoherencia. (*)

De modo que el humanista no gasta un ápice de sus energías en voltear nada, sino todo lo contrario, ir construyendo para un mundo futuro óptimo, aunque para ello deba andar entre los escombros y naufragios producidos por otros... Todo lo contrario, se pone en marcha con fe en su acción, en lo mejor de los demás, convencidos en que la construcción de un mundo mejor, es factible cada vez más.

*) Este concepto se trata en la Nota ampliatoria A, con respecto a quienes sostienen que habría “que destruir, atacar, es decir confrontar, al sistema, con lo cual se daría lugar a las diversas formas violentistas, las que a su vez provocan reacciones mas violentas del sistema mismo, en un espiral que se realimenta multiplicado y, aparentemente, sin fin.

Antecedentes

Por su parte, el nihilismo tiene su historia, más bien reciente, pues es en el siglo pasado donde empieza a usarse el término, apareciendo en dos campos, en la filosofía centroeuropea y en la literatura rusa (ver Nota ampliatoria A). En esta última, el vocablo es usado para calificar a aquellos que estaban negando los valores establecidos de entonces, en una sociedad con un régimen sumamente absolutista y despótico. En cambio, en las páginas filosóficas aparece como una postura que niega valores y sentido, en general, haciendo una negación de la vida misma. Esto sucede con una gran diversidad de interpretaciones y acepciones, puesto que este vocablo al intentar dar una noción de negación de valores referentes a la vida y su trascendencia, por fuerza, esa concepción se traspasa a otros campos, obviamente.

En la actualidad

Creo hoy se puede captar una cierta sensibilidad y una actitud nihilistas que a veces resulta ser derrotista y da lugar a fenómenos más perjudiciales para el ser humano.

En rigor aquí interesa verlo en el plano cotidiano, observando como se difunde el nihilismo como negación de posibilidades y cerrazón de futuro, creando condiciones para el antihumanismo manifiesto.

Cabe destacar que, en boca de dirigentes y de gente influyente es de cuidarse el discurso nihilista.

Por otra parte, no es una postura de vida fija, sino que es un momento, una etapa, que puede dar lugar a otra. Una época nihilista activa, de negación de valores oprimentes es de algún modo comprensible para poder pasar a otra cosa, aunque eso ya no es necesario puesto que esos supuestos valores vigentes se desmoronan día a día, en la caída estrepitosa de la gran mentira construida a lo largo de años de descuido humano. (*) Pero la postura nihilista-derrotista-fatalista que lleva al oscurecimiento del entendimiento, es ciertamente algo a superar, pues eso si es, que duda cabe, precipitarse al abismo. (8)

Así mientras más tarde en cobrar fuerza el humanismo en uno mismo y en el medio social en que vivimos, más se instala el nihilismo desesperanzador y descorazonador. Todo nihilista produce en el otro un registro de descorazonamiento profundo, de desaliento. Mientras que el nuevo humanismo en su mayor anhelo nos dice: “aquí estamos, hay esperanza!”.

No lo vemos entonces al humanismo como en oposición, como “versus” el nihilismo, sino con la analogía de que la falta de luz hace a la oscuridad y así, puede inferirse que la falta de humanismo hace que surja el nihilismo y antihumanismo. Se evidencia entonces, que la acción a adoptar es la de ampliar, extender el humanismo, su accionar, su metodología, su mirada.

Estas posturas de nihilismo o humanismo, resulta un poco aquello de: “Por el camino interno puedes andar oscurecido o luminoso. Atiende a las dos vías que se abren ante ti...”(9)

En dicho texto, escrito en prosa poética, es de una enorme profundidad sicológica, especialmente en este caso en que nos permite comprender el origen del nihilismo, como una predisposición del ánimo y una dirección mental. Lo que puede aparecer en cualquier persona, o grupo social, a modo de una tendencia hacia lo oscuro (entonces surgen las modas de lo negro, el contenido fatalista en la cultura, en los artistas, en las modas, en la ciencia misma), o hacia lo claro, lo luminoso (entonces, resurgen las modas y formas multicolores, claras, el contenido optimista, el canto a lo utópico, a lo múltiple, a lo posible, en donde al final todo se podrá transformar positivamente).

Sin duda es algo a estudiar con detenimiento, pero lo que siento oportuno comentar aquí es que no se es nihilista por una ideología externa que se inculca, o porque hay una moda, sino más bien por registros propios, de una cierta sensibilidad, que encuentran eco en el medio y se van haciendo predominantes, a pesar de sus consecuencias destructivas, aunque cueste creerse al racionalizarlo.

*) Esta es la situación relacionada con lo antes citado de lo innecesario de ninguna actitud destructiva pues aquello que oprime se cae, más bien la urgencia es la construcción de la nueva referencia.

Claro que frente al cotejo con otros indicadores positivos, los registros negativos avanzan, se estancan, o se desgastan. Y se reemplazan

Resumiendo, en la actualidad, con la llamada globalización, se da un estado de conciencia en donde todo está como vigente, aunque algo haya pasado hace mucho tiempo, aún no suceda, se lo percibe como actual, aunque algo quede muy lejos y distante, se capta como cercano. Situaciones que se antes se daban en ámbitos cerrados de antaño, o dentro de ciertos límites, la hora tenemos que la prensa lo universaliza al instante y nada resulta aislado, por ello este nihilismo que oscurece a las personas, no se limita a regiones ni a la literatura o la filosofía, como tampoco el nuevo humanismo que reducido a determinadas fronteras.

Es entonces menester impulsar a éste para que el otro quede reducido a una mera anécdota.

Características

El Nihilismo se define muy bien frente a la finitud de la vida en donde niega cualquier tipo de continuidad post-mortem. Sus pregoneros más asiduos nos hablan de ‘asumir la muerte absoluta’ sin ningún tipo de continuidad o resurrección.

Pues bien, ese pesimismo se manifiesta en todos los aspectos de la vida y se convierte en una actitud nada constructiva; por lo cual, a mi ver, abona el terreno para que surjan las más diversas manifestaciones del antihumanismo, ya que todo termina con la muerte, porque habría que lucharse por un mundo mejor, por unas condiciones mejores ¿?

El Humanismo por su parte, en su acepción histórica, respecto del nuevo humanismo, presenta diferencias substanciales; mientras aquél surge con la mirada hacia atrás, reivindicando y rescatando la filosofía clásica,- para así poder saltar de la opresión cristiano-católica - éste, el N. H., surge con la mirada hacia adelante, hacia el futuro y no como rescate de algo, sino como construcción de lo-por-hacer.

Es así algo bien distinto, no sólo en que no es una mera actividad cultural, especialmente artístico-literaria, sino que es tanto una visión del mundo, de tipo sistémica y estructural, como una actividad cotidiana, con el interés en humanizar la vida cotidiana, de dar sentido a la vida de todos los días, en trascender la trivialidad; por lo que resulta definitivamente importante.

El Nuevo Humanismo - que es obviamente otra etapa - difiere del humanismo. histórico también en que aquél estaba más bien es orientado por sabios, estudiosos, especialistas por último; mientras que el nuevo humanismo propone como destinatario al hombre común y corriente, sufriente y existente en un mundo que lo dejan al margen, que lo deshumaniza y cosifica (ver Nota ampliatoria B) y que pone los privilegios en manos de pocos. A ese ser humano el N.H. le tiende una mano de liberación, de realización. (10)

Desarrollo

- Esta dirección a futuro del nuevo humanismo queda explícita en esta frase de Silo: "...Y en estos momentos de crisis, de cosificación (*), en estos momento de deshumanización, amo su posibilidad de rehabilitación futura."(11)

- El nihilismo sale, podemos entender y según lo antes mencionado, de los estados internos descendentes del ser humano, aquellos que Silo nos explica muy claramente en dos textos. A saber: a) En el texto citado de Humanizar la Tierra -"Atiende a las dos vías que se abren ante ti” - (9) .y b) -Conferencia del Sentido de la Vida en el libro Habla Silo, ”... y por último aquellos que niegan toda posibilidad de trascendencia”. (12).

De este modo que el tema del nihilismo se aclara con la actitud frente a la vida y la muerte, si es posibilista de alguna forma de trascendencia o si es negativista al respeto. La vida está, cercada por su finitud y con su límite final cierto, pero ese término no tiene un sentido, una función importante sino que es un mero transcurrir desde el nacer al seguro-morir, de modo entonces que ese tránsito está teñido por ese sin-sentido, a lo cual se suman esos estados internos oscuros producidos al dejarse ir en sentido descendente, lo cual se traduce en escepticismo, pesimismo, y las diversas formas de descorazonamiento, como la tan de moda 'depresión’, como estado sicológico en el que predomina una enorme tristeza, una sensación de agobio, pérdida de fuerzas y desorientación general.

En esta crisis y desorientación generalizadas, toda persona cae presa fácil de los sentidos provisorios, de los fetiches-mercancías publicitados de mil maneras en una vida en pos del famoso ‘pasarla bien’ por vía del entretenimiento común, o de formas más sofisticadas; actuando como si el sentido vital completo no fuera importante, como si la muerte, es decir la finitud de la vida, no existiera, como si se hicieran cosas aparentemente importantes pero en rigor, se da una fuga de situación. SI tales estados síquicos se tornan no ya individuales sino de conjuntos, colectivos, cualquier referencia emergente que enfatice esa dirección, puede causar verdaderos estragos de nihilismo colectivo.

Actuando con responsabilidad, uno observa que esos estados poco interesantes, no pueden dejarse a la deriva sino que hay que marcar pautas para ir retomar un estado ascendente, luminoso, posibilista de sentidos plenos; al tiempo que se pueda cambiar de postura en la vida, saliendo de aquella que niega todo, pasando a la postura de la 'sospecha', del deseo, el interés por un sentido vital que aumenta las ganas de vivir y de hacer cosas sin limitaciones.
Allí el nihilismo comienza a ceder terreno y retrocede, entonces, el nihilismo acérrimo va perdiendo todo tipo de adeptos. Algo, por cierto, muy satisfactorio.

Pero no bastará disipar sombras y echar luz, sino que es prescindible comenzar a construir algo, tener proyectos de vida importante en donde la construcción de cosas, en relación con los demás, sea un hacer fundamental.

Al respecto, el nuevo humanismo que recibe un impulso fenomenal con el aporte de Silo, cuyo aporte queda bien expuesto en parágrafos tales como cuando asevera:

"¡Quiero la realidad que construyo!".- O mejor aún: “Te diré cual es tu destino aquí: Humanizar la tierra! ¿Qué es humanizar la tierra?. Es superar el dolor y el sufrimiento, es aprender sin límites, es amar la realidad que construyes”. Más adelante la belleza poética de estos pasajes es ya superlativa: “Ama la realidad que construyes y ni aun tu muerte podrá detener tu vuelo!” (13)

No nos dice aquí ama la realidad que destruyes, ama la realidad que criticas, ama la realidad que construyen otros, etc. no dice eso porque lleva a cosas secundarias, sino que propone algo simple y fundamental: conectarse muy bien, a gusto, con lo que uno está haciendo y construyendo, es decir de algo que de menos va a más, que es responsabilidad de cada uno, donde uno se hace cargo de la propia construcción, la cual es además solidaria, está en relación a los demás - en ningún caso a costa de los demás - .

De modo tal que, podríamos concluir, el nihilismo es un estado interno bajo, oscuro, negador de sentido y con ello negador de todo, que puede ser individual o colectivo en mayor o menor grado, pero que de generalizarse puede ser peligroso y convertirse en una verdadera amenaza para el ser humano. Estos estados internos pueden llegar a producir fuertes registros de tensión, aunando músculos y emociones, resultando ser fácilmente reconocidos por los demás, siendo igualmente fácil de de propagarse.

A nivel cotidiano se dice que alguien es “muy negativo” por ejemplo, a lo que se suma el pesimismo en boga, - propiciado por los altos índices de frustración, lo cual se da con un registro personal muy intenso, mitigado por breves momentos de alegría, situación que la gente vive de manera aislada, imbuida en un individualismo inconducente y no cae en cuenta que son muchos los que tienen este registro, que por lo tanto es ya algo más de tipo social, no solo individual, presentándose con los más diversos matices. Ese registro de la tensión negativa es más fácil de advertir y de caer en él que en el registro del optimismo, del sentido, de la alegría desbordante, de la fuerza, la bondad, la solidaridad; por más paradójico que parezca. Por lo cual, nos competen dos tareas, según entiendo, una, la de marcar pautas, de dar referencias en este sentido pleno y, en segundo término, propiciar experiencias constructivas fuertes que faciliten las experiencias cotidianas de tal sentido, que permite superar toda obnubilación, facilitando además, el acceso a otras realidades sicológicas de interés.

De este modo, hay otras formas de vida accesibles con numerosas posibilidades muy interesantes, experiencias tales como el registro del sentido a futuro, de la reconciliación, del encuentro consigo mismo y con los demás, del emplazamiento correcto en el presente, de futuro abierto, que son el comienzo, de un estilo de vida diferente y presentan la apertura a la tarea de humanización emprendida.
Espontáneamente se manifiesta el humanismo nuevamente en mucha gente, en muchos conjuntos, en muchos referentes, así que tal vez, como bien nos dice Silo “por imperio de la necesidad” irán surgiendo nuevas formas de solucionar las cosas sin violencia, y en ese intento estamos (14)

Conclusión

Sin duda hay muchos tipos de nihilismos en la actualidad, uno de ellos, es lo que resulta como un cierto ‘nihilismo forzado’ por las condiciones creadas por el sistema vigente que son sumamente perjudiciales para el desarrollo humano, donde se ven las condiciones básicas de vida empeorándose día a día. No obstante, este nihilismo puede ser superado por el impulso de rebelión contra las malas condiciones de vida. Este sentimiento de rebelión contra las condiciones limitantes, perjudiciales, da un empuje importante para lanzarse en esa dirección constructiva que señalamos. Que va clarísimamente en dirección opuesta y contrarresta el efecto de la senda destructiva y autodestructiva.

No obstante, aun el nihilismo más desesperanzador y fatalista, puede convertirse partiendo por el cambio de mirada, emplazándose mejor, buscando registros nuevos y alentadores, para encontrar que, aún en la peor de las situaciones, siempre existen posibilidades de cambio, que es la queremos de encontrar; circunstancia bellamente expresada en aquella máxima griega tan certera: “Allí donde todos los caminos se cierran, siempre un semidiós encuentra una salida” (15)

De modo entonces, que nos resulta claro que la literatura y la filosofía, como hemos destacado, han sabido captar esta situación de conciencia y, como algunos autores resaltan en particular (*),el nihilismo en rigor corresponde a una etapa del proceso humano, como es la actual, manifestándose al final de una larga época que ahora culmina, correspondiendo entonces un cambio, una modificación importante que, sin duda, se da cita en este fin y principio de milenios.

Es decir, hoy, con lucidez, actividad, con actitudes diligentes, encontramos los modos y formas de comenzar y profundizar el cambio de dirección necesario, para que poco a poco, o rápidamente, porque no, un camino de esperanza, de aliento, solidario y profundamente humano se abra de par en par. Donde antiguas y nuevas aspiraciones resulten más tangibles y un humanismo espontáneo, censillo, comienza a brotar en muchas gentes, para hacer más consciente poco a poco a fin de ir avanzando de certeza en certeza, expandiéndose así por doquier, de la mano del hombre. ¡Por fin!

Quisiera destacar, ya para terminar, muy especialmente este nuevo humanismo espontáneo que se está manifestando cada vez más en aspectos muy disímiles, como en marchas populares contra gobiernos impositivos, en músicas o expresiones gráficas, modas, autores varios lo manifiestan y miles de voluntarios se suman a muchas causas en defensa de los desvalidos en todo el mundo. Por otra parte, hay quienes quieren, aunque tímidamente, remozar los derechos humanos, o retomar la antigua solidaridad como único camino de relación entre la gente y los pueblos. También en la ciencia, es agradable leer que de repente el Universo no se acabaría para siempre sino que resurgiría de nuevo en otro vuelo de sus ciclos y energías (16)

Es tarea nuestra hacer lo más conciente, más activo, para que cunda más también. Y así, al final de esta época haya una transformación (17) de valores y el fracaso se convierta en logro de tantos y tantas que apuestan por una vida digna, con sentido y plenitud.

Estoy convencido que el hombre común y corriente, el ciudadano de a pie, es humanista, en el sentido en que cree en sus capacidades y en las del otro y desea que broten en su interior los mejores sentimientos y pueda comunicarlo a los demás, pero claro, hay que crear más y mejores condiciones para ello.

Esta persona no es violenta ni mucho menos, pero la enorme presión a la que está expuesta por las incoherencias de un sistema social hace que algunos opten por caminos extremistas como solución –aparente- a ese inhumano vivir, ante la falta de otras perspectivas. Nos toca a los que mas consciente somos de esto, abrir puertas nuevos derroteros para que esos pocos opten por un camino mejor de superar el sufrimiento y la violencia individual y social. Pero hay que acceder a otras realidades internas para que eso genere otra forma de estar en el mundo en que predomine lo netamente humano (18)

Propuesta

Aquí la propuesta es simple, es comenzar a desarrollar esa suerte de humanismo espontáneo que va surgiendo en mucha gente de varios modos a) como rebelión ante el estado de cosas de su lugar y tiempo, b) como defensa del desarrollo de las personas en conjunto y como individuos y c) como realización propia en el campo humano como tal. Además todos estos, y otros muchos más, aspectos con sus matices, tienen un factor común: una enorme preocupación por el futuro, tanto del globo terráqueo, como de la humanidad en general, respondiendo a la pregunta “¿qué será de nosotros y de esta tierra, el hogar del género humano, de seguir las cosas como están?” en un contexto, claro está, de tendencia neta a si superar al nihilismo que aparece embozado de muchos modos, desde un predominante pesimismo vital en muchos sectores sociales a un franco antihumanismo militante que aparece como formas ya político sociales cuasi institucionalizadas..

Entonces ¿cómo se puede ampliar este humanismo renovado emergente? Pues reconociendo que la mayoría de la gente no está en actitud negativa ni hostil contra otros, sino que más bien anhela que mejoren las cosas, dentro de toda ‘buena persona’ hay un nuevo humanista en potencia, cosa que esta bien, pero convendrá que pase a ser ‘activo’ para proyectar ese buen sentimiento en el medio en que vive, con sus seres queridos, sus amigos, vecinos, compañeros de trabajo, de lo contrario sucede lo que hoy predomina: que la mayora de los ámbitos de vida (vecinal, laboral, escolar etc.) está minados por una suerte de hostilidad permanente de unos contra otros. Detrás de actitudes de comprensión por el otro, de ‘ponerse en el lugar del otro’ ya se empieza a gestar la actitud humanista (19) que es la que hay que reconocer en un mismo y desarrollarla, ampliándola hacia otros reconociéndola en los demás. Esta actitud permite establecer varias cosas, por un lado una perspectiva frente a las cosas que se viven, los hechos, las cosas que se hacen y las situaciones; a fin de que no se imponga irracionalmente a la gente, con la cual se puede reflexionar y dar respuestas diferidas, no reactivas, que es lo frecuente, tendentes a transformar el medio, conductas, situaciones en un sentido interesante.

La persona común suele reaccionar frente que sucede, de varias formas: o se escandaliza, o se frustra, o se conforma, o queja de modo desconforme, o más habitualmente, se desvencija frente al impacto del medio, descorazonándose por completo por el avance de la desilusión generalizada. Así, se suele ir aquí para allá, de reacción en reacción, en un circuito que debería dar lugar a uno mas reflexiva que permita intencionar respuestas más inteligentes, más constructivas, tanto a nivel individual como de conjuntos sociales.

De manera que este humanismo incipiente – que no debe quedar como meras buenas intenciones a un nuevo intelectualismo solamente- espontáneo, se puede ir haciendo consciente y por lo tanto deliberado intencional. Dando el paso fundamental del humanista auténtico que es hacer-algo-por-el-otro, llegar al otro, comunicándose y ocupándose de los demás, saliendo de ese espiral sin fin de volver una y otra vez sobre si mismos, como si uno fuera el principio y fin de todo. Es esa apertura-al otro lo propio de ‘lo humano’, lo que define al ser humano como tal. Siento lo humano en mi, siento lo humano en ti, ese es el sentimiento-raíz que al ir predominando opera cambios en un amplio sentido. Eso es lo común, y ya con esa base de ‘lo humano’ podemos construir muchas cosas.

Esto no queda en un individuo o en unos pocos sino que se puede convertir en un efecto demostración y así cundir por todas partes este surgimiento como una ‘buena nueva’ referente que se abre camino y da soluciones a los problemas de muchos hoy por hoy. (20)

Y eso surge en cualquier persona, en cualquier momento en todo lugar. No es algo especial ni inusual, sino todo lo contrario muy habitual, lo que es novedoso es querer que se active se ponga en marcha como una acción en el medio que desbarate el inhumanismo imperante.

Es cuestión de darle cauce, dirección y aprovechar esa posibilidad de acceder a lo humano en si y en los demás, es como abrir caminos y espacios a nuevos mudos ¡que están en este! Al alcance de la mano, o mejor aún, de una mirada, una palabra, de un gesto.

Luego eso podría cobrar otras dimensiones y un simple comienzo espontáneo, hecho luego consciente, para que después sea intencional, se transforme en una verdadera fuerza que propulse acciones personales y conjuntas y llegue a conformar frentes de acción en los diversos campos del quehacer humano: laboral, educacional, de la salud, la cultura, el arte, la política, y porque no las fuerzas del orden y las instituciones de poder, tanto políticas como religiosas. Una posición humanizadora ¡desde el poder! a cualquier escala que fuera, - para variar- es sin duda la verdadera revolución pendiente. Pero eso lo abordaremos más adelante (21)


Segunda parte:

Notas generales, citas:

1) Frase de Karl Jasper (1883-1969) (l.c.) según cita que figura en Historia de la Filosofía, de Johannes Hirschberger. Tomo II, pág. 431, Editorial Herder S. A. Barcelona.

2) Humanismo En la Enciclopedia de La Filosofía de Garzanti Ediciones B, pág. 838. Leemos textualmente: “Humanismo: término adoptado por primera vez por los historiadores decimonómicos y que puede vincularse con el término "humanista", ya en uso a partir de finales del s. XV para indicar al hombre que se ocupaba de las humaneae literarae, es decir de los estudios clásicos.

- Filosofía y retórica: El carácter fundamental del humanismo es, en efecto, el retorno a los antiguos, el culto del mundo clásico. Esta actitud, que generalmente se hace remontar a Petrarca, implicó, en la conciencia misma de los humanistas, una ruptura con la Edad Media, que fue proclamada abiertamente. Los siglos que separaban a los humanistas a la Antigüedad se consideraban una época de oscuridad y barbarie, culpable de haber adulterado el ideal clásico de humanidad y cultura, al que era preciso volver en cambio para adoptarlo como modelo. Así, entre el s. XV y XV, los humanistas, a través de apasionadas búsquedas en las bibliotecas de Europa, sacaron, a la luz textos clásicos que la Edad Media había ignorado o conocido sólo de modo indirecto. Estos textos eran transcriptos y ampliamente difundidos.”

El humanismo renacentista es resumido muy claramente por Salvatore Puledda en su Conferencia de Crisis del Humanismo Histórico y Nuevo Humanismo “Yo lo resumiría así: 1. Exaltación de la dignidad y libertad del ser humano, 2. Reconocimiento de la esencia de una “naturaleza” humana estable y definitiva..., 3. La concepción del hombre como un “gran milagro”, como un infinito que, en cuanto microcosmos, refleja en sí todas las propiedades del universo o macrocosmos. Esta concepción implica que el universo no es simple materia inanimada, como en la visión moderna, sino un organismo viviente y sensible a su modo, es una suerte de macro-antropos”.Ver Nota 10 a continuación.

3) Nihilismo: En el Diccionario del N.H. leemos: 1. Negación sistemática de la vida, 2. n de la dignidad y libertad del ser humano, 2. Reconocimiento de una esencia de la “naturaleza” humana estable y definitiva negación de los valores humanistas; 3. Antihumanismo. El término fue utilizado por primera vez por Turgenev en 1862 en su novela "Padres e hijos'. La designación "nihilista" hizo mención a las actividades violentistas de una sociedad revolucionaria rusa que publicó su manifiesto luego del asesinato del zar Alejandro II en 1881.
Diccionario del Nuevo Humanismo, pág. 74 Editorial Magenta, Bs.As. Dic. 1996
(Ver Nota Ampliatoria A)

4) Ya en su Deshumanización del Arte, Ortega y Gasset, artículo de la serie de El Espectador, introduce el tema de la deshumanización en curso, para posteriormente observarse en otras manifestaciones de interés. En la ciencia, específicamente en la Vieja Ciencia, los conceptos de finitud del Universo, aumento de entropía, los recientes análisis del caos y en especial en ese supuesto fin total del Universo(*), se ve un nihilismo que cubre la ideación científica. Es en la Nueva Ciencia donde surgen nociones nuevas como la necesidad de la utopía, el rol del humanismo, como las observaciones del Profesor y Premio Novel Ilia Prigogine quien específicamente al hablar del determinismo en la ciencia comenta que ‘no es así porque está el humanismo que quiere decir libertad y responsabilidad’ con lo cual se eligen diversas variables y se tienen responsabilidades frente a eventos que hacen las cosas nada determinadas...

Pero la centralidad del ser humano es en la Física donde se expresa claramente con el llamado Principio Antrópico de reciente formulación, con el cual hacen un arribo al hombre desde ese universo de fuerzas, macro y mini-partículas. Este principio sucintamente, en su versión "fuerte" diría: En el Universo todo está programado de tal manera que desemboca necesariamente en el hombre.
Remito a un artículo de próxima aparición al respecto, de Salvatore Pulleda, Roma.

*) Recientemente surgen esperanzadoras teorías físicas, según las cuales el Universo llegaría a un punto en el cual volvería a regenerarse dando, comienzo nuevamente a un ciclo expansivo, concepto que coincidiría con antiguas intuiciones como las del flujo y reflujo del tiempo.

5) El Nuevo Humanismo - según consta en el Diccionario del Nuevo Humanismo ya citado - deja en claro su postura en el momento actual al afirmar “es imprescindible la elaboración de un humanismo que contribuya al mejoramiento de la vida, que haga frente a la discriminación, al fanatismo, a la explotación y a la violencia” Es así una postura activa, combativa de los problemas de la actualidad, con la mira muy puesta en el presente y a futuro, muy lejos del humanismo histórico con la mirada puesta en un pasado remoto, pero con valores necesarios de rescatar.

El N.H., como consta en su literatura, es también Universalista, por la amplitud que quiere dar a toda la diversidad humana. Además, que duda cabe, Silo da un impulso renovador y activador del nuevo humanismo, como consta en el vocablo Siloísmo del citado Diccionario,

6) El término Campo antihumanista aparece en el Documento Humanista como punto V del mismo y el vocablo Antihumanista está definido como: “Toda posición práctica y/o teórica que tiende a sostener un esquema de poder basado en los antivalores de discriminación (*) y violencia (*), tal como podemos leerlo en el Diccionario del Nuevo Humanismo, y en el apartado Antihumanismo Filosófico el diccionario es más específico.”
*) Ver la Nota ampliatoria B.

7) Intención ver Diccionario del NH en OCSVII, pág. 228 de Silo.net en donde leemos en el último párrafo de la definición:

Más rigurosamente, la i. ha sido definida desde Brentano en adelante como la característica fundamental de la conciencia. Ya con el arribo y desarrollo del método fenomenológico de Husserl y el aporte de las corrientes de la Existencia (* Existencialismo), la intencionalidad aparece como lo sustantivo de todo fenómeno humano

Además, es una expresión clave expresada en los textos del Movimiento Humanista que sintetiza el pensamiento íntegro del Nuevo Humanismo.

8) La noción de ‘abismo’ es recogida por Silo en varios puntos del libro que citamos Humanizar la Tierra, y nos da un claro registro cuasi físico de llegar a un punto sin retorno, aunque lo expresa con un claro imperativo de superación del mismo, como en este párrafo:”... transformarás el mundo, y no triunfará el abismo, sino aquello que lo sobrepase” de Humanizar la Tierra.

9) Según capítulo XIV La Guía del camino interno. de La Mirada interna, primer texto de Humanizar la Tierra de Silo, Editorial Plaza y Valdés, México, pág. 39.

El texto citado dice más adelante:

"...Si dejas que tu ser se lance hacia regiones oscuras... - que seria precisamente, a mi ver, la condición sicológica que da origen a la postura nihilista- y continúa: Si impulsas a tu ser en dirección luminosa, encontrarás... - que sería lo que da lugar a otras posturas de tipo alentadoras y optimistas.

Aquí el autor nos describe las características del descenso en primer lugar y del ascenso en segundo lugar, donde estriba - a mi entender - la decisión clave de todo ser humano de dejarse caer en el nihil, (la nada, el abismo), o de ascender al optimismo posibilista - . Además nos prescribe fórmulas muy precisas de aceptar la purificación, que muy actualizado el término podría traducirse como 'des-confusión'- ya que el oscurecimiento es una seria confusión que nos arrastra en un torbellino de inconsistentes malentendidos, de rechazar la alteración y sobre todo el desánimo, el desgano que nuevamente dan pie al pesimismo nihilista.

En un capítulo anterior, el autor trata el Sin-sentido en forma de meditaciones en pasos, en día simbólicos que más bien indican pasos, estadios, en los que se encontraría el meditante. En aquel primer momento de su meditación consciente, el autor pone el primer peldaño de su importante escalera:

“1. No hay sentido si todo termina con la muerte”.

De esta aseveración extrae numerosas conclusiones (lo cual se amplía en la conferencia sobre el Sentido. de la Vida, también mencionado).

En este estado de sin-sentido nada es consistente, todo es variable, no-seguro, poco claro y lo que se ha de hacer o no hacer, no queda bien fundamentado, en tal inestabilidad, la caída en el nihilismo es muy probable, de allí el esfuerzo que habrá que hacer para remontar de estos sótanos de la conciencia para ir a las partes altas y tener mejores puntos de mira.
Lo cual queda explícito en su Capítulo VII. La Presencia de la Fuerza, al decir en su quinto día - paso, etapa - de meditación:

“1. Cuando estaba realmente despierto iba escalando de comprensión en comprensión...
3. Descubrí que la energía se concentraba...”
Y ya en el capítulo VIII. Control de la Fuerza, en el día sexto dice:
“1. Hay una forma de dirigir y concentrar la Fuerza.
4. Hay un punto de control del estar-despierto-verdadero....”

Así entonces que el camino de salida de esos abismos está dado por 'escalar de comprensión en comprensión', de modo que nada obnubile el entendimiento será apropiado y el de controlar las propias energías, llevándolas a un estado de despertar verdadero, de estar alerta, de ver las cosas con claridad.

Alegoría esta de la claridad' que se opone a la de oscuridad' propia de los estados negativos.
En síntesis, aquí el autor nos describe el fenómeno y propone una solución que implica una postura activa frente a estas situaciones de conciencia y no estar meramente pasivos, conformistas y cuando no, fatalistas.

10) Las diferencias de humanismo histórico y nuevo humanismo se encuentran ampliamente estudiadas por Salvatore Puledda en su libro Interpretaciones Históricas del Humanismo, en donde en su Presentación introductoria nos dice “El concepto de humanismo es actualmente uno de los más indeterminados y contradictorios; de aquí la necesidad de reconstruir las diferentes interpretaciones que ha tenido...” (Texto editado por Virtual Ediciones, Santiago de Chile, 1996).

Pero es en su Conferencia La Crisis del Humanismo Histórico y el Nuevo Humanismo donde estas observaciones adoptan mayor claridad. Aquí nos dice, después de recorrer las concepciones renacentistas a las más recientes: “Hemos visto cómo los humanismos tradicionales había considerado al ser humano a partir de su animalidad, esto es, como un fenómeno zoológico, con “algo de más”. En la era técnica, es decir, en la era actual, aquél “algo más tiende a desaparecer y el ser humano adquiere definitivamente las características de una “cosa”...” Más adelante agrega, “La imagen de ser humano como “máquina biológica es la actualmente dominante en Occidente...” Alude a que no se capta esta imagen y continua “Sin embargo, la acción de esta imagen produce una serie de problemas, algunos de ellos graves” Así entonces, pienso que si ahora se deshumaniza hasta concebir al ser humano como máquina y antes se lo redujo a naturaleza y ya previamente a animalitas, no cabe otra cosa que el rescate del ser humano. Continua: “La nueva imagen, es mucho más que una imagen. Entonces, expone “Silo coloca al ser humano en la dimensión de la libertad. Para él, que en esto se atiene a la tradición fenomenológica, la conciencia humana no es un reflejo pasivo o deformando del mundo natural, sino fundamentalmente actividad intencional, actividad incesante (*) de interpretaciones y reconstrucciones del mundo natural y social. - después - no tiene una naturaleza, una esencia definida, sino que es “proyecto” de transformación del mundo natural y de si mismo (permítaseme este subrayado).

El proyecto humano colectivo es para Silo la Humanización de la Tierra. Esto es la eliminación del dolor físico y del sufrimiento mental y, por tanto de todas las formas de violencia y de discriminación que privan a los seres humanos de su intencionalidad y libertad reduciéndolos a cosas, a objetos naturales, a instrumentos de la intencionalidad de otros.

Más adelante, respecto a la consideración de los diversos “momentos” históricos humanistas, en los cuales las mejores producciones y acciones se han relacionado con los siguientes parámetros: 1. Posición central del ser humano como valor y como preocupación, 2. Afirmación de la igualdad de todos los seres humanos, 3. Reconocimiento de la diversidad personal y cultural, 4. Tendencia al desarrollo del conocimiento más allá de lo aceptado como verdad absoluta, 5. Afirmación de la libertad de ideas y creencias, 6. Repudio de la violencia.”

Finalmente especifica “El humanismo definido desde esta actitud y desde esta perspectiva de vida personal y colectiva, no es patrimonio de una cultura especifica, sino que lo es de todas las culturas. En este sentido se presenta como un humanismo universal”.
(Conferencia brindada en la Universidad Sapienza de Roma el 15 y 16 de abril de 1996.
Publicación de Virtual Ediciones, Chile)

11) Según el texto del capítulo Acerca de lo Humano del libro Habla Silo ya citado (Acerca de lo Humano Tortuguitas, Bs. As. Argentina, 1983 de Habla Silo, pág. 39 Edición de La Comisión de Difusión del Movimiento Humanista, Madrid, Noviembre 1996.)

12) En la Charla sobre El sentido de la Vida. (México, D.F. 10/10/80) del libro Habla Silo, pág. 39 Edición de La Comisión de Difusión del Movimiento Humanista, Madrid, Noviembre 1996.

Donde leemos "...observamos también cinco estados con referencia al problema de la muerte y la trascendencia. En estos cinco estados se puede ubicar cualquier persona.

Hay un estado en que una persona tiene evidencia indudable dada por la propia experiencia, no por educación o ambiente. Para ella es evidente que la vida es un tránsito y que la muerte es un escaso accidente... - así detalla el segundo, tercer, cuarto quinto estado que es el que aquí interesa citar. -”... y por último aquellos que niegan toda posibilidad de trascendencia. También ustedes reconocerán aquí personas y, probablemente entre ustedes haya muchos, que piensan así".

Termina así, lacónicamente, la explicación, en base a la cual se puede extraer la conclusión de que al negar toda trascendencia se nihiliza la vida. Más adelante en el mismo texto leemos la tesis de 'nada tiene sentido si todo termina con la muerte'. Es decir si se ‘cree’ en la muerte como fin, pues lo anterior no tiene sentido porque seria un absurdo empezar-sólo-para-terminar. Seguramente en ese lapso de tiempo la vida catapulta un sentido, un cúmulo de acciones que no cesan con la muerte.

13) Ver Capítulo II. La Realidad, punto 10 del Paisaje Interno y en Capítulo VII Dolor, Sufrimiento y Sentido de la vida, punto 4, y punto 5 del Paisaje Interno de Humanizar la Tierra, obra antes citada.

14) Palabras expresadas por Silo en su discurso del 4 de mayo de 2004 en Punta de Vacas, en donde al decir “Hemos fracaso, pero ¡insistimos!” Y mas adelante nos habla del vuelo del pájaro del intento, como bellísima y significativa metáfora de donde ubicarse internamente: en los camino del intento, ascendentes por cierto.

15) Máxima Griega atribuida al poeta griego Píndaro del siglo V antes de esta era.

16) El colapso final del Universo no es inevitable gracias a la oscuridad del cosmos
Una nueva teoría cosmológica descarta el fin del mundo a partir de toda la oscuridad del Universo
Una nueva teoría que considera unitariamente toda la oscuridad del cosmos, es decir, la materia y la energía oscuras, describe al Universo en expansión acelerada eterna porque la densidad de energía del vacío disminuye con el tiempo. Eso quiere decir que el fin del mundo no es un destino inevitable, sino que las estrellas y galaxias pueden prolongarse eternamente en el tiempo y dar oportunidades infinitas a la especie humana. Por Pedro González-Díaz. WWW.Tendencias científicas


17) Sobre este concepto tan importante de transformación, creo encontrar en esta referencia de Mercia Eliade una aclaración de relevancia sobre el termino en el contexto de la antigua alquimia cuyo punto fundamental es la transformación de la sustancia – aunque nuestro contexto es otro, es la transformación de las condiciones sufrientes y oprimentes, tanto externas como externas, del ser humano en aras de su liberación-Veamos:

CH, 408 "El Alquimista ha terminado la última fase de un proyecto muy antiguo que nació cuando los primeros hombres emprendieron la transformación de la naturaleza.

El concertó de la transmutación alquímica es así la última expresión de esta creencia inmemorial de la acción humana sobre la transformación de la Naturaleza. El mito de la alquimia es uno de los pocos mitos optimistas: en efecto el "opus alchimicum" no se contenta sólo con transformar, rehacer o regenerar la Naturaleza; confiere la perfección a la existencia humana, dándole salud, juventud eterna e incluso la inmortalidad.

Se puede decir, en la perspectiva de la historia de las religiones que por la alquimia el hombre recupera su perfección original, cuya pérdida ha inspirado tantas leyendas trágicas en el mundo entero. Para el alquimista, el hombre es un creador: regenera la Naturaleza y domina el Tiempo; perfecciona la creación divina"
Según consta en: Material incluido en el cuaderno homo religiosus, Dialogues avec le sacré Paris, 1992 realizado por F. Schwarz, a quien agradecemos la posibilidad de publicar la presente traducción

18) A estas palabras me remito:

Las Fuerzas Internas

“Si te empeñas puedes poner en marcha fuerzas internas muy profundas, es más, hay algunas que están esperando que las llames. Nosotros somos una brizna en un lugar perdido de un universo. Esto es mucho más de lo que uno se imagina...A los Guías más profundos sólo las grandes necesidades puede despertarlos de su sueño milenario.

Hay gente que tiene musas, seres que les inspiran y les van diciendo cosas y otros tienen otros. Hay guías muy profundos, que hay que cuidarlos y hay que llamarlos.
Uno está encandilado en un montón de tonterías, cuando en realidad, a uno le están aguardando un montón de lugares extraordinarios,...muy cerca... (no en la dimensión espacio- temporal que conocemos, claro). ¿Cómo es entonces que estoy aquí haciendo cualquier cosa?....

No están lejos, son mundos internos a los que se puede acceder. Esto existe, eso es lo que verdaderamente existe. Hay mucha ficción de por medio. Hay seres que pasan de mundos en mundos. ..."
(Charla espontánea del Silo con otros humanistas, hacia el 04.06.03)

19) Actitud humanista ver Diccionario del Nuevo Humanismo en OCSVII, Pág. 157 de Silo.net en donde leemos en un segundo párrafo:
La a. h., …, puede ser comprendida como una “sensibilidad”, como un emplazamiento frente al mundo humano en el que se reconoce la intención y la libertad en otros, y en el que se asumen compromisos de lucha no violenta contra la discriminación y la violencia.

20) Efecto demostración ver Diccionario del Nuevo humanismo en OCSVII, Pág. 187 edición electrónica de Silo.net
En donde leemos en el primer párrafo: Se usa, en el N. H., para señalar un acontecimiento social capaz de actuar ejemplarmente en puntos contiguos o aun muy alejados. En este último caso, las comunicaciones cada día más veloces y numerosas contribuyen a estrechar distancias, por lo que el e. d. tiende a ser más frecuente.

21) Las revoluciones, estamos muy convencidos de ellos, no tienen porque ser violentistas, es más eso es in componente pre-histórico, las nuevas gestas revolucionarias, es decir, que modifican el estado quieto de las situaciones en desmedro de las poblaciones, comenzaran a ser sin violencia, humanizadotas.


Tercera Parte:
Notas ampliatorias
Nota A): Se exponen notas completas y textuales para su mejor referencia.

1) Según la Enciclopedia de la Filosofía de Garzanti Ediciones, página 709 tenemos:
“Vocablo que deriva del latín, nihil (nada), y que se ha utilizado a partir del s. XVII (F. Jacob, J.P. Richter) para designar actitudes o doctrinas cuyo carácter de negación radical de determinados sistemas de valores que se desea subrayar. Hegel, refiriéndose a la dialecticidad de la lógica, habla de "nihilismo lógico", siempre en un sentido negativo. El término reaparece más tarde en "Lecciones de Metafísica"(1859) de W. Hamilton, quien lo utiliza para designar aquellas doctrinas que desde la sofística (Gorgias) hasta el fenomenismo moderno de Hume niegan la realidad substancial de las cosas, del mundo o - en un sentido más general - del ser.

El primero que utilizó la palabra "nihilismo" en sentido positivo fue M. Stimer, quien interpretó dicha noción como una negación de conceptos tales como "humanidad" e "historia", en tanto que abstracciones que "pesan como espectros" sobre el sujeto individual concreto.

Una posición distinta a la de Stimer, quien niega el concepto mismo de valor, es la que adopta Nietzsche, quien utilizó la palabra "nihilismo" en dos acepciones que (por lo menos según algunos de sus exegetas) parecerían implicar más bien una superación de los valores tradicionales. Para éste, es nihilista en sentido negativo el fenómeno de la decadencia del hombre occidental cristiano, educado en la renuncia. Sin embargo es nihilista en sentido positivo, el "método genealógico" que él mismo utiliza para desenmascarar los falsos valores de su época "socialismo, cristianismo, idealista") por lo tanto, es nihilista la destrucción teórica y práctica de los valores tradicionales, que anuncia sin embargo el ocaso del hombre y el advenimiento del "superhombre". Refiriéndose a Nietzsche, M. Heidegger ve en el nihilismo la fase culminante y conclusiva de la metafísica occidental, el "olvido del problema del sentido del ser", que la metafísica - y posteriormente la ciencia y la técnica- han sustituido por el problema del ente y de su utilizabilidad. También el nihilismo, en el sentido positivo de Nietzsche (subversión de los valores tradicionales) sería negativo; el pensar mediante valores constituiría el peculiar modo de ser del nihilismo en la "última hora de la noche" del pensamiento occidental. Con estas actitudes se vincula la producción literaria de autores como G. Benn, que exacerba el carácter trágico de la ironía romántica y kierkergardiana hasta adquirir el sentido de culpa religiosa y de oscuridad culpable ("hermetismo nihilista") en el enfoque de lo real, apenas distinguibles de la palabra meramente poética y relacionado asimismo con el desarrollo del llamado existencialismo ateo del primer Sartre (El Ser y la Nada 1943) y de A. Camus (El mito de Sísifo, 1942).”

"El nihilismo ruso

En Rusia la palabra "nihilismo" y "nihilista” asumieron durante el siglo pasado un significado peculiar: se convirtieron en términos de uso corriente después de que I.S. Turgéniev (Padres e hijos, 1862) formó la figura del nihilista Bazárov con rasgos que juzgaba como negativos y típicos de los estudiantes pequeño burgueses, militantes de los grupos subversivos más radicales. Aunque positivos, la mayor parte de la opinión pública conservadora consideró con un sentido exclusivamente peyorativo la palabra "nihilista" y empleó para designar movimientos más bien heterogéneos, que actuaron entre 1860 y 1870 aproximadamente y que rechazaban tanto el liberalismo moderado de Turgéniev y de I.A. Gonchárov como la orientación

2) Podemos ampliar con la lectura del minucioso artículo de Ferrater Mora en su Diccionario de Filosofía, Tomo 4, pág. 2365 - 2.367, donde encontramos:

“1)Nihilismo, una forma de realismo filosófico muy común en Rusia en la década del 1860 al 1870, y el autor ruso antes mencionado fue el primero en utilizar este término a los jóvenes radicales de su época; lo empleó para describir el carácter de Bazarov, quien negaba todo lo que no se podía probar científicamente. Como materialistas y ateístas, los nihilistas vieron a la sociedad contemporánea como existiendo aparte de la armonía de la naturaleza, hundiéndose así en la hipocresía y la mentira. Con ello los jóvenes rusos pensaron en poder liberar a la humanidad y transformar la sociedad comportándose de acuerdo con su verdadera naturaleza. El nihilismo coexistió con varias formas de socialismo campesino que comenzaban a surgir en esos años. Eran tan fuertes sus críticas que con frecuencia no se establecían diferencias entre los diversos movimientos sociales de entonces y se los mencionaba, simplemente, en forma colectiva como nihilistas.

2) Nihilismo es negación de toda creencia.
2. Sistema político y filosófico que se desarrolló en Rusia durante la segunda mitad del S XIX. Tenía por objeto la destrucción radical de las estructuras sociales, sin tender a substituirlas por ningún estado definitivo. Alcanzó su apogeo en 1870/80 y culminó con el asesinato de Alejandro II (1881). Se fue disolviendo al progresar el socialismo.

3) Actitud que niega el ser real (nihil. metafísico) o la posibilidad de conocerlo (nihilismo epistemológico, equivalente a escepticismo).

Para Nietzsche (1A) es la actitud final negativa propia de la historia occidental resultante de haber sido negados los auténticos valores, a favor de unos supuestos valores, en los que no se cree.
Desde el p. de v. histórico se habla de nihilismo como doctrina- política que niega todo tipo de autoridad y de estructura. político-social que se desarrolló en Rusia, en la segunda mitad del s XVIII.

4) Uno de los primeros filósofos, sino el primero que usó el término nihilismo fue William Hamilton, en el tomo I de sus Lectures on Metaphysics, consideró que el nihilismo (nihil = 'nada') es la negación de la realidad sustancial; según este autor Hume era nihilista al negar que hay una realidad substancial, o que hay en realidad - o 'en realidad' - sustancias, sólo cabe sostener que se conocen fenómenos. El nihil desde este p. de v. es idéntico a fenomenismo.

Este nihilismo ha sido llamado después 'nihilismo epistemológico' a diferencias de otros tipos, como el nihilismo moral (negación de que hay principios morales válidos), el nihilismo metafísico como pura y simple negación de la "realidad").

Sin embargo el nihilismo epistemológico y el metafísico han sido equiparados con frecuencia. EL citado Hamilton se refería ya a Gorgias (ver) según el cual no hay nada - y si hubiera algo sería incognoscible y si fuera cognoscible sería inexplicable, inefable o incomunicable - Se ha hablado además de Pirrón a propósito del nihilismo, se equiparan nihil y en especial el escepticismo radical, se los analiza juntos como dos aspectos de un universal "negacionismo" o "nadaísmo".
Puesto que el escepticismo se lo ha manifestado como duda de que haya nada permanente en el movimiento y el cambio, el nihilismo, se ha entendido como la afirmación de que todo cambia continuamente y además de que todo varía con el sujeto.

El nihilismo se ha expresado como "concepción del mundo" y es la de aquel que adopta un pesimismo radical, o la del que adopta un p. de v. "aniquilacionista". En este último sentido se ha expresado el nihilismo en boca de Mefistófeles en el Fausto de Goethe, al decir:

Soy el espíritu que siempre niega.
Y ello con razón, pues todo lo que nace no vale más que para perecer.
Por eso sería mejor que nada surgiera.

El último verso puede relacionarse con manifestaciones tales como los dos célebres versos de Calderón que pone en boca de Segismundo en la Vida es Sueño:
Pues el delito mayor
del hombre es haber nacido.

Similares aseveraciones de poetas se remontan hasta Teognis. Pero en Calderón no se trata de nihil sino de sentimiento radical de "criaturidad".

Es en Shopenhauer don de la filosofía pesimista o nihilista encuentra un claro exponente - dos p. de v. afines - quien menciona los versos de Goethe y Calderón antes citados y también a Teognis.
Shopenhauer exalta la importancia de la Voluntad y todo propósito es una mera ilusión, según él.

1) Shopenhauer reiteró que 'la voluntad es un paso en falso' 'un error'. Más adelante hablará de cómo lo que queda después de la completa abolición de la voluntad es la nada y - más adelante - para quienes la voluntad se niega a sí misma... este nuestro mundo que es tan real, con todos sus Soles y Vías Lácteas, es una nada" (Welt, IV, cap. 71). Pero es en este autor cuando la noción de nihil empieza a adoptar mucha importancia. Habla de 'nihilismo europeo' y Nietszche ve avanzar por todas partes "la pleamar del nihilismo"(según traducción de Ortega y Gasset).”

3) En The Enciclopedia of Pihilosophy, de McGraw-Hill, tomo IV, pág. 514- 516 (es mi traducción provisional) leemos:
“Como se ha dicho antes el personaje literario, del mencionado autor ruso, compartía ideales con otros personajes reales de la época y aunque era apolítico, defendía un desdén por la tradición y la autoridad, tenía una gran fe en la razón, en el compromiso por una doctrina materialista del tipo de la de Ludwing Buchner y tenía un ardiente deseo de ver cambios radicales en su sociedad contemporánea.”

5) Más adelante dice “Uno de esos contemporáneos es Pisarev que escribe y actúa entre los años 1850 y 1860, siendo famosa su propuesta de: ‘Todo lo que puede ser destruido será destruido y lo que se mantenga será bueno...’, según figura en Abraham Yarmolinsky, de Camino a la Revolución. (*)

*) En el texto principal he hecho mención a esta concepción que propone la destrucción como metódica innecesaria en estos momentos de caída del sistema.

El uso del término se esparce rápidamente por Europa y América y, al hacerlo, pierde la mayor parte de su componente anarquista y revolucionario, no por ello gana en precisión, puesto que por un lado se lo usará señalando una ideología que sostiene que una cierta moral, con sus normas de vida, no se puede justificar mediante argumentos racionales, pero, por otra parte, se emplea también ampliamente para resaltar un estado de ánimo de desesperación debido al vacío o trivialidad de la existencia humana. Este doble significado parece derivar del hecho de que el término se usó con frecuencia en alusión al ateísmo de la época, en el siglo XIX, ya que al ateísmo se lo consideraba ipso facto como nihilismo en ambos aspectos.

Se consideraba al ateísmo como carente de normas, consecuentemente era egoísta y hasta nocivo; al mismo tiempo perdería el sentido de vida y por ello tendía a la desesperación y el suicidio.

Ateísmo: Hay muchos ejemplos literarios el ateísmo-nihilismo, el más notable es el del personaje Iván de Dostoyevsky en los Hermanos Karamazov y en Kirilov en Los Poseídos, del mismo autor. Por boca de Iván, el autor dice: "Si Dios no existe, todo está permitido" (además queda claro que esto le permitirá al personaje quitar la vida a su padre). Al mismo tiempo, por boca de Kirilov elabora el argumento de que si Dios no existe, la realidad más significativa de la vida es la libertad individual y la más alta expresión de tal libertad es el suicidio.

Posteriormente, sabemos que es Nietszche el primero de los grandes filósofos - y todavía el único - de hacer un amplio uso de esta terminología del "nihilismo". Fue uno de los primeros ateos que no está de acuerdo en establecer una relación necesaria entre ateísmo y nihilismo, reconociendo no obstante que como hecho histórico el ateísmo de la época surge en una edad nihilista. "Una interpretación de la existencia a caído" dice Nietszche "pero como se la mantenía como la interpretación, pareciera entonces como que no hay significado alguno en la existencia, es como si todo fuera en vano" (Obras Completas, Edimburgo y Londres, 1901-1911, Vol. XIV, pág. 480) Albert Camus tratará más tarde este hecho histórico con alguna profundidad en El Rebelde (1951).

Además, no cabe duda que la tendencia de asociar nihilismo con ateísmo continúa hasta el presente (como figura en la obra Nihilism, de Helmut Thielicke en 1950).

Pero durante el curso del siglo XX, ha cambiado la imagen del nihilismo con el cambio correspondiente en el análisis de las causas y consecuencias del nihilismo.

El profesor Hermann Win de la Universidad the Göttingen escribe, que los miembros de las nuevas generaciones de hoy tienden a pensar que el nihilismo no es el ateísmo cínico o desesperado sino una especie de conformismo tipo robotizado. El nihilismo no es causado tanto pro ateísmo sino por la industrialización, la presión social y sus consecuencias típicas no son el egotismo y el suicido sino la indiferencia, la ironía desinteresada y la tontería apabullante. Los prototipos literarios no son los héroes dotoyevskyanos sino el héroe impersonal de Robert Musil en El hombre sin cualidades, (con primeras publicaciones en 1931-22) o El proceso, de Kafka (ya en 1925).

Escepticismo moral.

Si por nihilismo se entendiera el descreer en la posibilidad de justificar los juicios morales de alguna manera racional y los pensadores reflejan el clima intelectual en los que ellos viven, efectivamente nuestra época es realmente nihilista. En ninguna época de la historia Occidental, quizás con la excepción de la era Helenística, no habían tantos filósofos considerados a las normas morales como algo de cierto modo arbitrario. Para muchos pensadores Europeos, en especial los llamados existencialistas ateos, los valores morales eran producto de tres aspectos: no causados, no motivados y no racionales. La más notoria de las declaraciones de esta visión está en el Ser y la Nada, J.P. Sarte, 1943. En el mundo anglosajón y estadounidense, por su parte, los filósofos tienden a la visión conocida como emotivismo, según lo cual, las normas morales son en última instancia productos sólo del condicionamiento social o, acaso, simplemente sentimientos. Siendo los autores A. J. Ayer y Charles Stevenson los principales representantes de estas posturas.

Respecto al ateísmo, cabe destacar que los más fuertes antinihilistas eran teólogos, como el mismo Dotoyesvsky, quien sintió que descreer en Dios llevaría al egoísmo y a la criminalidad, porque si Dios no existe y no hay quien dicte normas, entonces el hombre dictara sus normas por sí mismo y he allí el peligro, por asumir la prerrogativa de la divinidad. Para este antinihilismo el principal enemigo está en J.P. Sartre. Mientras el último antinihilismo se reservan sus disparos contra los emotivistas citados, a quienes se los acusa de promover indiferencia moral y mera conformidad. Puesto que sin códigos morales es básicamente asunto de sentimiento y presión social, nadie será mejor ni peor que otro. El hombre sabio, según entendieron los sofistas o, hoy simplemente se ajustará a las presiones sociales en las que estaría viviendo.

Así, los antinihilistas primeros se basarían en la existencia de reglas de origen cósmico o divino al menos y los segundos, los que quieren algunas normas de tipo universal no dependientes de presiones o meras emociones, El tema de fondo aquí es si esta suerte de antinihilismo tiene asidero en sus visiones.

De modo que aquí hay un debate serio sobre la necesidad de fundamentar normas morales, que no parece solucionarse con el nihilismo ni con sus oponentes.

Sin-sentido en la vida.

Pasando ahora al segundo significado del término "nihilismo" vemos que las cuestiones pertinentes son menos lógicas o filosóficas técnicas para considerarse más sicológicas o sociológicas. Hay dos cosas aquí, correspondientes a las dos formas de antinihilismo. Es verdad que la pérdida de fe en Dios, o en cósmicos propósitos, produce una sensación desesperante sobre el vacío y trivialidad de la vida., consecuentemente esto estimularía el egoísmo y la banalidad. ¿Pero es así? Es verdad además que la industrialización y las presiones sociales de conformismo han trivializado la vida de modo similar, haciendo que se asuman actitudes de desapego irónico. He aquí otro debate, no cabe un simple si a la primera cuestión.

La crisis religiosa a edad avanzada de Tolstoy es un síntoma estudiado por muchos relacionando el sentido con creer en Dios y tiene muchas lecturas, después de todo Tolstoy era parte de la decadente aristocracia Rusa.

B. Russell pasó por una crisis similar al principio de su vida. Se dice que no sólo sobrevivió a la crisis sino que avanzó sin tener que revivir su fe en la deidad tal como lo expresa en su ensayo "A Free Man's Worship". Donde expone deliberadamente en donde se enfatiza en la finitud y aislamiento cósmico de la humanidad'

Así, los que atribuyen el nihilismo de la época a la industrialización y conformidad son menos vulnerables al cargo de sobre generalizar, aquí se menciona a las necesidades humanas, una de esas necesidades estriba en saber que hacen un esfuerzo en contribuir al proceso social y la sociedad aprecia y premia su esfuerzo personal. Esta afirmación es menos vulnerable porque hay evidencia de ello. De todos modos se entiende que el nihilismo es uno de los problemas políticos y sociales del siglo XX que queda sin resolver.
Según El credo de un hombre libre (1902)

Conclusiones

En todo este análisis de contexto intelectual del nihilismo se anotan relaciones no necesariamente legítimas.
Por ej. la relación nihilismo y ateísmo o teísmo. ¿Por qué se habría de ser nihilista si se descree en Dios?
Luego, la aceptación de una crisis de valores, juicios, referencias en definitiva, que viene ya desde finales del Siglo XVIII y se exacerba en el XIX y XX.
Pareciera que este dilema es privativo de Occidente, ¿pero es realmente así?
¿Cuál es la relación con las reglas morales? ¿Es necesaria una moral?
Y, finalmente, todos estaríamos de acuerdo en aceptar que es un gran problema pendiente desde este fin de siglo.
Forrestt A. Miller”
Bibliography: Glicksberg, Charles I., The Literature of Nihilism (1975); Gloudsblom, Johan, Nihilism and Culture (1980); Levin, David M., The Opening of Vision: Nihilism and the Postmodern Situation (1988); Rose, Gillian, The Dialectic of Nihilism (1984

4) J. Hirschberger, en su Historia de la Filosofía, Tomo II antes citado, respecto de Nietzsche acota:

“1A) Por algún lado... tiene que aparecer el h. salvador, el que devuelve a la tierra su destino, ese anticristo y antinihilista, ese vencedor de Dios y de la nada" (General de la moral Trat. 2º, Afor. 24).
Pero lo critican que no pase de palabras...

Más adelante menciona:

Heidegger atrae a su órbita filosófica a Nietzsche particularmente sobre el nihilismo y observa que éste mira su propia filosofía como una reacción contra la metafísica, es decir, contra el platonismo. De ahí su constante anuncio profético del nihilismo. Nihilismo para la metafísica, para la cultura occidental. Y, en particular, para el cristianismo.

Y, así, opina Heidegger, que Nietzsche no ha entendido nunca la esencia del nihilismo (que él mismo proclamó) ya que es igual, en ésto, a la metafísica de siempre, anterior a él.

Heidegger insiste en que, de la metafísica no hay nada que esperar de ella. Es toda ella, incluso El autor mismo, es una historia de nihilismo. - pero no olvidemos que para Heidegger el humanismo es también una metafísica (?).”

Nota ampliatoria B:

Cosificación:

En la Enciclopedia de La Filosofía de Garzanti Ediciones B, pág. 838, tenemos:
“Reificación: Proceso por el cual una persona o una relación social se vuelven res, "cosa". El concepto es utilizado por Marx en el análisis de la mercancía del libro I de El Capital y designa el fenómeno por el cual, en la producción de mercancías, las relaciones sociales entre quienes participan en la producción se presentan como relaciones entre cosas. En el mundo capitalista, en efecto, todas las relaciones sociales están mediatizadas por la forma "mercancía” y, de modo particular, el trabajo está reducido a la mercancía fuerza-trabajo, comprada y utilizada por el capitalista para producir la plusvalía. El "fetichismo de la mercancía" que domina el modo capitalista de producción, y que tiene la máxima expresión en el dinero como equivalente universal, produce también la falsa conciencia por la que el capital, la tierra y el trabajo, se presentan, en vez de como condiciones de la producción separadas artificialmente, como fetiches que producen por sí mismos utilidades, beneficio, renta, y salario ("fórmula ternaria" del libro III de El Capital. La temática del fetichismo y de la reificación es central en la elaboración de G. Lukás (Historia y Conciencia de clase, 1923) que amplía el análisis marxista y vincula la eliminación del carácter personal e inmediatamente especial del trabajo propia de la sociedad capitalista, a la preeminencia de la organización racional-abstracta en todos los sectores de la vida social: formalismo jurídico, taylorismo, burocratismo, etc. Según Lukás, tan sólo la conciencia de clase del proletariado, en cuanto recompone la totalidad del proceso histórico en la praxis revolucionaria supera la reificación. El análisis que hace este autor de la reificación fue retomada en Francia por L. Goldmann (Investigaciones Dialécticas. 1959) y utilizado por Adorno, Marcusse y otros teóricos de la escuela de Frankfurt. El concepto de reificación es también central en la filosofía de Sartre, basada desde sus orígenes en el dualismo entre modo de ser de la conciencia y modo de ser de la cosa.”

Bien, entiendo que en esta concepción se delata el fenómeno de considerar al ser humano como cosa, pero en rigor es el aspecto de la desconsideración de la intencionalidad humana lo más destacado de la objetivación, de considerar al ser humano como objeto que se puede poseer, usar y, por cierto, descartar.

En el naturalismo vigente se considera al ser humano como especie, como ‘animal-racional’ donde en rigor es lo todavía animal que se destaca y es en la objetivación cuando queda desprovisto de sus intenciones propias para quedar a expensas de las intenciones de otro. En esta sutileza consiste, precisamente, el surgimiento de la violencia y la discriminación, en un caso de aplastamiento de la intencionalidad del otro, al subestimar y degradar la intencionalidad y la manera de ser y de estar en el mundo de los demás.

Vistas así las cosas, si el nihilismo sienta las bases para el antihumanismo, la cosificación lo hace para con la violencia y la discriminación.

En cambio, el humanismo incipiente, espontáneo crea las condiciones de un nuevo humanismo consciente y activo.-

*) A mi ver, de muy diversos modos, formas y lenguajes autores como Nietzsche y Heidegger, dan esta indicación de fin de época y comienzo de otra, en donde nos encontraríamos ahora con impulso nuevo protagonizando el hombre el paso a otra etapa muy importante y claramente distinta.
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