domingo, 7 de febrero de 2010

Seguridad y Caridad ó Libertad y Autonomía - Liz Balut


¿Seguridad?
¿Qué es seguridad?
¿Existe la seguridad? … Sí, claro que existe… en el imaginario colectivo…

Seguridad es el eufemismo con que el sistema mercantilista expresa su determinación de mantener las rentables diferencias sociales, la desigualdad en el uso de los recursos naturales, el sojuzgamiento de los mas pobres combinado con coloridas carnadas para seducir a los que temen ser pobres; expresa también la rabiosa violencia con que está dispuesto a retener el producto de sus latrocinios.

Seguridad es el nombre con que se alude al derecho de la gente decente.

Y decente es siempre el que mas tiene o mejor obedece.

Los operarios, los despojados, los marginales, los hambrientos… el detritus cloacal del mercantilismo no es gente decente.

Es basura descartable necesaria como las bacterias lo son en cualquier proceso de transformación.

¿Y qué transforman estas bacterias humanas en el gigantesco cuerpo del sistema mercantil?

Transforman su sangre, su existencia, su humanidad, en un “plus” de energía que el gigante deglute para generar divisas; usando su sangre de combustible y sumiendo su existencia en una no-existencia, su humanidad en no-humanidad.

Seguridad, es el eufemismo con que la gente decente reclama su derecho a ese “plus” en base al cual ha negociado la propia vida: porque la gente decente usó su vida para “trabajar” y tener mas dinero, y perdió su autonomía, o porque la otra porción de gente identificada con los decentes, perdió su tiempo libre usándolo en obedecer y de ese modo, también, quedó sin autonomía.

Así, los decentes exigen seguridad. A cambio, están dispuestos a ser caritativos.
El detritus humano se recicla en múltiples funciones: no solo convierten, materialmente, la basura en divisas. No. También convierten la basura espiritual en papeles divisas negociables en la Santa Sede.

Una y otra vez, la terrorífica “misión jesuítica”, desde el arribo de las naves europeas a América, se repite a lo largo de los tiempos.

Domesticar al salvaje, para que se torne inofensivo, bajo el escandaloso lema de sanar su alma: la expropiación más perversa de la libertad para que trabajaran sumidos en un sistema que devengaría el famoso “plus” para los invasores.

Seguridad es el eufemismo con que la caridad sodomiza al detritus social.
Recreando la ceremonia sacrificial por la que alguien paga con su sangre para que otros se salven, en una práctica terrorífica donde el cuerpo (social) en su totalidad es humillado, vejado, crucificado.

Luego, la caridad hace su trabajo de doble vía: mantención con vida del sujeto des-humanizado y redención espiritual de la práctica sodomita de los decentes.

Seguridad es el eufemismo para nombrar el derecho a una gran Masacre Mundial; y el Sistema Mercantil se lo arroga.
.