domingo, 29 de enero de 2017

Proyectos, Fracasos, y Verdad Interna - Omar Paladini


Hay proyectos generacionales en el mundo que en las últimas décadas han fracasado estrepitosamente.

Habría que preguntarse en profundidad las raíces de ese fracaso.

Y me respondo: Todo proyecto que olvide al hombre en su camino merece fracasar.

Todo proyecto que anteponga los fines sin tener en cuenta los medios, merece fracasar.

Todo pragmatismo traicionero para llegar a los fines, merece fracasar.

Todo proyecto social que pretenda una transformación profunda que escamotee la transformación profunda interna simultánea necesaria para ello, no es más que fuga, y merece fracasar.

Merecido el fracaso de la mentira por sobre la verdad interna, aquella que no se puede comprar en supermercados ni por el "Llame ya!!!...".

Quizás valga la pena vivir con verdad interna, y no en la vana inhumanidad de la mentira y el sin sentido.

Verdad interna es conectar con la plena humanidad y el amor por la vida.

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 El Fracaso de Osiris 

Fragmento de "Fracasar Exitosamente", de Virginia Gawel*

 "... Carl Jung lo dijo muy límpidamente en un texto escrito en el peculiar estado que le produjera el quebrarse un pie y haber tenido simultáneamente un infarto. Cuenta que, en esa situación, sus experiencias, -entre oníricas y visionarias-, le proporcionaron una extraordinaria claridad. Nos dice textualmente sobre este punto:

"Hubo además una cosa que resultó de mi enfermedad.
Podría formularlo como una afirmación del ser:
un sí incondicional a lo que es,
sin objeciones personales.

Aceptar las condiciones de la existencia,
tal como yo la veo: tal como la entiendo.
Y aceptar mi propia esencia,
tal como soy concretamente.

Al principio de la enfermedad
tuve la sensación de haber incurrido
en un error en mi actitud y por ello
ser responsable, en cierta medida, de mis fracasos.

Pero cuando se sigue el camino de la individuación,
cuando se vive la vida,
hay que aceptar también el error;
de lo contrario, la vida no sería completa.

No existe garantía alguna -en ningún instante-
de que no incurramos en el error
o en un peligro mortal.
Se cree quizás que existe un camino seguro.

Pero éste sería el camino de los muertos.
Entonces ya no sucedería nada,
o en ningún modo lo que debe ser:
quien sigue el camino seguro,
está exactamente muerto.

Sólo después de la enfermedad
comprendí lo importante
que es para el propio destino
el decir SÍ.

Pues de este modo hay un Yo
que luego no desertará
cuando suceda algo inconcebible.

Un Yo que persiste, que soporta la verdad
y que está a la altura del mundo y del destino.

De este modo se habrá experimentado en un fracaso
también una victoria.

Nada es estorbo
-ni por fuera ni por dentro-,
pues la propia continuidad
ha resistido al fluir del tiempo"...".

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 * Licenciada en Psicología desde 1984, especializada en la integración de las Psicologías de Oriente y Occidente, Directora del Centro Transpersonal de Buenos Aires www.centrotranspersonal.com.ar Es miembro ejecutivo del Directorio de la International Transpersonal Association, docente, conferencista y escritora, autora de “El fin del autoodio”, publicado por Editorial El Ateneo (para conocerlo: https://madmimi.com/s/7d8c621)...".

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 Fragmento del texto de Virginia Gawel extraído de su muro en Facebook

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 Texto ampliado el 19-09-2021- 09:45 Hs.

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